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lunes, 2 de noviembre de 2020

Diario de Ana Frank

Ana Frank pasó a la historia idealizada por quienes hicieron de la joven un emblema del holocausto. Sin embargo, era una adolescente como cualquier otra: con sus simpatías, antipatías, arranques de genialidad y marcados enojos.

La diferencia entre Ana y muchas de sus contemporáneas era su vocación de documentar cuanto vivía, de grande quería ser periodista; se exigía por lo tanto para escribir lo mejor posible. Esa inclinación a la narración fue potenciada por sus padres que en su cumpleaños número 13 (el 12 de junio de 1942) le regalaron un diario a quién, a falta de amigas, Frank bautizó como Kitty y escribía en él las preocupaciones propias de su edad: desde sus desencuentros familiares hasta sus historias amorosas, pero en su caso también, escribía sobre los horrores de la guerra. 

Ana era una niña alemana hija de judíos. Cuando se desató la persecución antisemita en la Alemania de Hitler huyó con su familia a Holanda, donde se esforzaron por lograr una vida normal. Sin embargo, los tentáculos hitlerianos llegaron no mucho después también allí con la ocupación nazi, donde los Frank, como miles de judíos fueron de nuevo perseguidos. Fue entonces cuando Otto, el padre, decidió esconder a su familia en la parte trasera del edificio donde trabajaba: el anexo. Más tarde llegó otra familia: los Van Peals y un dentista: Fritz Pfeffer (Dussen). Los escondidos vivían con el terror de ser encontrados, soportaban el martirio de los sonidos de aviones de guerra sobrevolando y disparando sobre la ciudad. Habitaban también condiciones de hacinamiento en las que la alimentación y la higiene eran deficientes. Allí Ana y su familia vivieron por más de dos años. Desde los 13 de ella hasta sus 15. Su diario es un descargo constante de tristezas, frustraciones, indignación, pero también resiliencia, búsqueda y esperanza. 

Lo primero que puede preguntarse el lector es cómo posible que una niña de la edad de ella pudiera escribir de esa manera, con cierto estilo literario, ordenar sus ideas y construir frases:

«¡Qué bella sería la humanidad, y qué buena, si por la noche antes de dormirse, todos evocaran lo ocurrido durante el día, llevando cuenta del bien y del mal de su conducta. Todos se esforzarían por enmendarse». 

Aclaro que Ana no se la pasaba dando mensajes a la consciencia, por lo general este tipo de frases las escribía cuando estaba enojada con sus padres, con sus compañeros de escondite o con los precursores de una guerra que no acababa de entender. En este libro se evidencia cuán difícil es la convivencia entre seres humanos, aún si hay amor, empatía y solidaridad entre ellos. Ana se sentía incomprendida, sola y con unas fuertes ganas de amor, libertad y más tarde, de descubrir su sexualidad. 

«Tengo la sensación de ser un pájaro enjaulado, al que han arrancado las alas violentamente, y que en la más absoluta penumbra se choca contra los barrotes de su estrecha jaula, al querer volar».

Puesto en duda

Por la profundidad de sus pensamientos y por su estilo impreso en sus páginas muchos lectores y, en especial, detractores han puesto en duda que el diario lo hubiera escrito realmente Ana Frank y muchos le atribuyen la autoría a su padre, Otto, el entonces único sobreviviente de la familia Frank. 

Personalmente no me quedan dudas de que el «Diario es de Ana Frank», ella es la autora. No es extraño que haya tenido estilo literario para escribir, pues Ana se pasaba prácticamente todo el día leyendo libros, primero porque tenía una infinita voluntad de aprender y segundo por mero aburrimiento, en el anexo no había muchas cosas más que hacer. El que tanto lee seguro algo escribe. Aún con ello, considero que su prosa es aún muy joven y no se la debería atribuir a un adulto, pero claro que no seré yo quien convenza a sus detractores sobre esto, el diario, los diarios en realidad, porque fueron tres, han sido sometidos a diversas pruebas con forenses expertos en caligrafía a solicitud del Instituto de Documentación de Guerra, los expertos comprobaron su autenticidad.

«Quiero seguir viviendo aún después de morir. Por eso le agradezco a Dios que desde mi nacimiento me dio la posibilidad de desarrollarme y escribir, es decir de expresar todo cuanto sucede en mí». 

Es cierto, sin embargo, que en el momento de la transcripción Otto corrigió algunos asuntos de ortografía y sintaxis del texto original y omitió algunas partes, sino muchas, que no quería que entonces se hicieran públicas, por ejemplo cuando Ana ahonda en temas sexuales o escribe algunas bromas con similar temática. No quiere decir que el texto final quedó con una Ana asexuada, pero los temas más explícitos no quedaron incluidos, aunque más tarde quedaron revelados. 

 

Cuatro versiones 

Según un informe de la BBC el «Diario de Ana Frank» tuvo cuatro versiones. La primera contenía la escritura espontánea de Ana. La segunda es edición de ella misma quien el 29 de marzo de 1944 escuchó al ministro holandés Gerrit Bolkestein por la radio decir que después de la guerra se publicarían los textos que se hayan escrito durante el conflicto, Ana pasó su trabajo a limpio y esta vez se esforzó mucho más  por darle un estilo, y cambiar algunos nombres. La tercera versión es la publicada por su padre, que como dijimos, hizo correcciones y omisiones, y la última versión es la que finalmente se publicó en extenso, en 1995. Los lectores de finales de siglo estaban listos para conocer a Ana tal cual era. 

Un símbolo 

Ana Frank cumplió su sueño, pero no lo supo, soñaba que lo que escribía sobre aquel encierro pueda un día trascender, tenía grandes sueños literarios y periodísticos y repetía con relativa frecuencia que no quería ser una mujer confinada en las labores de casa. «Cuando acabe la guerra...» planeaba. 

Hoy Ana Frank es un símbolo. La casa donde permaneció escondida durante dos años se ha convertido, desde 1960, en un museo donde los visitantes ven las habitaciones en las que la joven pasaba su encierro y creaba su obra que está también expuesta en el lugar. La casa se encuentra en Ámsterdam, Países Bajos. 

El «Diario de Ana Frank» es una de esas obras tan personales que terminan siendo colectivas. Ana fue el árbol que nos ayuda a comprender todo un bosque, por eso creo que es un documento importante y digno de ser leído. Este título fue traducido a 60 idiomas y se vendieron 30 millones de copias en el mundo. Una verdadera hazaña de la que Otto fue el precursor. Desde el momento de su solitaria liberación a los 56 años y hasta su muerte, cuando tenía 91, Otto tuvo como única causa en la vida cumplir el deseo de Ana: que su diario fuera conocido. No fue una tarea fácil, el padre de Ana soportó rechazos al texto al menos en 15 oportunidades, hizo frente a la crítica literaria dirigida a su difunta hija y hasta tuvo pleitos legales. Otto Frank murió el 19 de agosto de 1980, víctima de cáncer.

Annelies Marie Frank (Ana Frank) nació el 12 de junio de 1929 en Alemania. Fue escritora. Murió en marzo de 1945, en el campo de concentración de Bergen-Belsen, solo dos meses antes de que la liberación de Holanda se hiciera realidad; esa que tanto había soñado. Ana fue un alma que se expandió a pesar de su encierro, de sus años y de su época.




Claudia Campanini


viernes, 9 de octubre de 2020

Mi planta de naranja lima



El proceso de escritura no es llano, en muchas ocasiones está lleno de baches y angustias, y creo que este es el caso. Podría asegurar que «Mi planta de  naranja lima» fue un libro escrito mientras los ojos de su autor se empapaban de recuerdos, nostalgias y llantos. 

Esta es una historia capaz de transportar a la niñez a cualquier persona, pero en especial a quienes hemos crecido jugando con hermanos, posiblemente en medio de carencias y espectando el esfuerzo materno o paterno.
 
El libro empieza ya con una puñalada en el corazón: «Mi homenaje nostálgico a mi hermano Luís, el rey Luís, y a mi hermana Gloria; Luís desistió de vivir a los veinte años y Gloria a los veinticuatro también consideró que vivir no valía la pena». El autor no vuelve a hablar más en el libro de los suicidios de sus hermanos; pero ambos son personajes muy queridos en su obra, lo que hace que uno transite un poco herido por sus páginas.


Narra la historia de Zezé un niño de cinco años, que era el dolor de cabeza del barrio por su gran ingenio para inventar travesuras, que paga, por cierto, con fuertes palizas cuando es descubierto. Su protectora en toda la obra es Gloria, su hermana mayor, y él a su vez protege a Luís, menor que él. Zezé es el quinto de seis hermanos.

Esta es una novela autobiográfica. Se centra en la niñez de su autor, José Mauro de Vasconcelos. Es uno de los títulos más emblemáticos de la literatura brasileña. Gozó de la buena acogida del publico desde su primera edición, en 1968; desde entonces, ha registrado casi 200 reimpresiones.


«Mi planta de naranja lima» no echó raíces solo en Brasil, sino que extendió sus ramas por el continente americano, Europa y Asia. Existen al menos 30 traducciones en diferentes lenguas. Se acomoda dentro del género de novela biográfica y está dirigida a los lectores más jóvenes, lo que no significa que por ello no goce de público de todas las edades. El mismo autor aseguró que escribía sus obras «para niños de seis años y para adultos de 93». En cuanto a su estructura, es relativamente corta, tiene 203 páginas; está dividida en dos partes y 14 capítulos.

Esta novela es una oda de melancolía que es posible que se le atraviese en el pecho al lector quién corre el inminente riesgo de romper en llanto, como seguramente lo hacía su autor. Son especialmente conmovedoras las narraciones sobre el dolor de la pobreza, la violencia y la muerte. 


Pero no todo es tristeza. A pesar del mundo hostil en el que vivía Zezé, su imaginación lo salva y con su inmensidad crea un mundo interno feliz que suele expandirse fuera también. El tema principal de la novela es la amistad y la ternura.

Puntos flacos:

Dos observaciones tengo acerca de la obra:

La primera es que no sé si sea una cuestión de origen o de traducción, pero el libro abunda en diminutivos: "buenecito", "quietecito", "pequeñito", "arbolito, y "tiíto", por ejemplo, que aparecen de forma excesiva. la novela es ya tierna y me parece que este recurso para endulzarla más era absolutamente innecesario.

Mi segunda observación es que tiende a romantizar una situación que en circunstancias normales y no literarias podría representar un peligro: «Un niño que mantiene una amistad ultrasecreta con un adulto». No desconfio sin embargo de la inocencia con la que el autor veía a su amigo ni de buenas intenciones de su pluma. En todo caso, me preocupa que quién lea la obra, siendo niño, crea que todos los adultos son tan buenos e inofensivos como queda representado «El Portuga» y por desgracia, no es siempre es así.


Saldado aquello, debo decir que «Mi planta de naranja lima» es una obra escrita con mucha sensibilidad y apela a corazones igualmente sensibles. Tiene también un gran aporte social, pues muestra la realidad de los niños brasileños que crecen en las favelas, el esfuerzo de sus padres por sobrevivir y la desigualdad de la sociedad. Es por lo tanto una obra que vale la melancolía leer al menos una vez en la vida.

José Mauro de Vasconcelos nació en Río de Janeiro en 1920. Fue escritor, periodista, actor y artista plástico. A lo largo de su vida escribió 21 libros, la mayoría de ellos autobiográficos. Registró cuatro millones ejemplares vendidos, lo que lo convirtió  en el segundo autor brasileño más requerido. Murió a los 64 años en San Paulo víctima de una bronconeumonía. 






jueves, 17 de septiembre de 2020

Cumbres borrascosas


¡Qué gran libro! Pensaba cada vez que concluía mi rutina de lectura nocturna, esta vez acompañada por este clásico de la época victoriana. Por su título no le tenía mucha fe, pero quedé gratamente sorprendida y no solamente, sino también atrapada. Fue para mí el tipo de novela que te invita a leer "solo un capitulo más..."

Así me instalé en el siglo XVIII propuesto por la autora quién escribía en realidad alrededor de 1840. Emily Brontë es la artifice de la magia detrás de "Cumbres borrascosas". Sin embargo, eso no se supo hasta luego de su muerte, solo un año después de que la novela fuera publicada. Brontë creyó que firmar su obra con su nombre (de mujer) no permitiría una buena acogida, por ello recreo el seudónimo masculino Ellis Bell que había usado para publicar algunos poemas años antes. 

De hecho, "Cumbres borrascosas" inicia con una extensa narración masculina. Cambia después de narrador y nos habla una mujer: el ama de llaves Ellen Dean, vuelve luego al narrador primero. 

Ilustración de Fernando Vicente
La historia transcurre en tres generaciones de dos familias: los Earnshaw y los Linton. 

Ilustración de Fernando Vicente
Es una historia de amor, pero no una historia de amor convencional, la que marca todas las rutas del relato, el sentimiento nace entre dos personajes Heathcliff y Catherine. La obsesión y la locura son los temas más importantes en la novela. Las crisis mentales son muy bien narradas a pesar de los estigmas de la época. Sin embargo, de fondo es una historia de un fuerte resentimiento del protagonista, que es también el antagonista, hacia la vida misma y ante la frustración. Brontë rompió los esquemas de la narrativa recatada de entonces y tocó temas como la perversidad y la violencia.

Ilustración de Fernando Vicente
"Cumbres borrascosas" es una de las novelas que más estudios y análisis ha generado. A pesar de no haber sido acogida con buen agrado en su tiempo, cobró fuerza un siglo después, a cien años de su publicación recién se la consideró una gran obra y pasó a ser un clásico de la literatura británica y universal. Lo que quiere decir que su autora simplemente estuvo adelantada a su época.

Emily Brontë
La autora desplegó como la cola de un pavo real su más rico lenguaje al momento de dar vida a su obra. Esta riqueza de su vocabulario no es una virtud menor, en los tiempos en los que vivió y en los que las mujeres tenían poco acceso a la educación, sin embargo Emily como sus dos hermanas, Charlotte y Anne, eran asiduas lectoras y perseverantes escritoras. Hay documentos inspirados en la fuente que eran estas tres hermanas.

La obra se sitúa dentro del subgénero de ficción gótica, tragedia y novela psicológica. Tiene dos partes: la primera de 13 capítulos y la segunda de 20. Su extensión es de 416 páginas. 

Ilustración de Fernando Vicente
Está ambientada en los páramos de Haworth, Yorkshire, Inglaterra, a diferencia de algunas obras universales no se trata de un sitio imaginario, sino de uno real, es el lugar de nacimiento de la autora, convertido hoy en un destino turístico de amantes de la literatura que van a buscar rastros de Emily y las hermanas Brontë. Buscan, además, rastros de sus personajes creados, y los lugares que moraron estos, como la granja de los Tordos y la casa patronal que lleva el nombre de la novela: Cumbres borrascosas. De aquello los lectores encuentran mucho, pero sobre todo, hallan las huellas de la autora. Allí existe un museo en honor a aquella familia literaria donde los lugares en los que creaban sus obras son ahora una exposición permanente. El portal Traveler.es hizo un recorrido allí e inmortalizó el lugar donde Emily escribía y también por donde caminaba mientras describía los paisajes que la circundaban. 
La vida de Emily y de su familia estuvo marcada por la tragedia desde muy temprano. Nació en en una familia numerosa, fue la quinta de seis hermanos. Cuando tenía apenas tres años ella y sus hermanos perdieron a su madre. Tres años después murieron sus dos hermanas mayores causándole un fuerte dolor, como es lógico. Ahora crecía junto a su padre, su hermana Charlotte, Branwell, el único varón y Anne, la menor. Todos los hermanos tenían una innegable vocación artística que desarrollaron durante sus juegos infantiles. Branwell, sin embargo se sintió fracasado antes de tiempo y se entregó al consumo de alcohol y opio. Fue para Emily una cruz personal pues era ella quien lo esperaba o buscaba durante sus crisis de consumo más profundas. En 1847 la autora publicó su única novela "Cumbres borrascosas" y fue blanco de duras críticas. Meses más tarde su hermano Branwell murió por una bronquitis, era septiembre de 1848. Emily, nuestra autora, murió por tuberculosis dos meses más tarde. Anne la menor de las hermanas falleció por el mismo mal cinco meses después. La única hermana que quedó viva fue Charlotte quien en 1850 decidió publicar una reedición de "Cumbres borrascosas" revelando el nombre real de su autora, ella misma prologó su libro. Charlotte no escapó de la desgracia de los Brontë, cinco años después murió por complicaciones en su embarazo. Su padre Patrick Brontë sobrevivió a todos sus hijos. Murió en 1861.

Charlotte, Emily y Anne Brontë
Emily Brontë nació en Yorkshire Inglaterra el 30 de julio de 1818. Se dice de ella que vivía dentro de su propio mundo, era casi impenetrable y poco efusiva. Claire Harman, biógrafa de Charlotte Bronte llegó a escribir que Emily pudo haber sufrido síndrome de Asperger; pero eso no puede ser más que una posibilidad. Emily hizo posible la publicación de su única novela a los 29 años. Fue poeta y novelista. Murió a los 30 años. No llegó a ver el éxito real de su obra, tras su publicación soportó solo críticas.

Ilustración de Fernando Vicente
"Cumbres borrascosas" es una obra lograda con magnificencia, con varios elementos que se prestan al análisis psicológico o a la simple lectura de pasatiempo. Su creación fue un acto de rebeldía, aunque hoy podría no parecerlo. Se acomoda a lectores de todas las edades y géneros. Es sin duda un título recomendable. 

miércoles, 29 de julio de 2020

Yo, poeta



El año 2003, en un libro amarillo y deshojado por el tiempo, me encontré por primera vez con el nombre de José Ángel Buesa. El libro era una antología, que recuperaba en una sección siete poemas de este autor cubano. Dicen sus críticos que Buesa era cursi y con esa misma cursilería, que creo que era más bien sensibilidad, terminé de leer el primer poema con los ojos inundados. Titulaba "Elegía para ti y para mí" y me pareció una historia de amor profundamente triste y de tan triste que era no podría tener otro destino que no sea convertirse en un poema. He aquí un fragmento:

"Acaso nos veremos un día casualmente 
al cruzar una calle, y nos saludaremos.
Yo pensaré, quizás "¡Qué linda es todavía!"
Tú quizás pensarás: "Se está poniendo viejo"
Tu irás sola o con otro. 
Yo iré solo o con otra.
O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.
Y seguirá muriendo la vida, año tras año,
igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.
Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.
Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas
pensaré en ti, un instante, pero cada vez menos (...)".

Así fue que conocí a Buesa. Puede que el nombre de este poeta pase inadvertido para nuestra generación, pero si les digo que es el autor de versos como el siguiente quizá sientan que lo conocen:

"Te digo adiós y acaso te quiero todavía 
no sé si he de olvidarte, pero te digo adiós, 
no sé si me quisiste no sé si te quería 
o tal vez nos quisimos demasiado los dos".

Ese es José Ángel Buesa, de quien muchos cantantes tomaron prestados sus poemas para hacer una canción. Su gran capacidad para rimar era impresionante y por la misma causa fue blanco de feroces críticas, pues muchos lo acusaron de "populista", de "facilista" y como dije antes de "cursi", sin embargo, estoy segura que quienes hayan incurrido en tales críticas no conocieron o profundizaron en la copiosa obra de Buesa.


"Ciego para la llama que no quema,
escupiendo en la tinta para alargar su prosa,
el hombre abominable va a explicar un poema,
igual que un carnicero que autopsiara una rosa".

El también escritor Virgilio López Lemus publicó en 2017 un trabajo monumental. La compilación de toda la obra poética del cubano en el libro: "Yo, poeta. Poesía completa de José Ángel Buesa" que incluye en extenso los 20 libros publicados por el autor a lo largo de su vida, además de siete antologías.

Sus obras estaban prácticamente regadas por el mundo y  López se puso manos a la obra para reunir todos los poemas de Buesa en un solo número. Según explica el escritor, en el prólogo del mismo libro, la tarea no fue sencilla. Para lograrlo tuvo que recurrir a bibliotecas estatales y personales de Cuba, país natal de Buesa, España donde el autor vivió algunos años y República Dominicana, país de su última residencia y muerte. El resultado de este trabajo es este libro que vale mucho más de lo que cuesta.

Buesa le ha dejado al mundo una extensa obra que quedó recuperada en esas 883 páginas de su poesía. Sin embargo, a pesar de su trabajo inagotable y de su gran aporte al arte poético, considero que el mundo no le dado el reconocimiento que se merecía. Muy poco se ha rescatado de la vida de este poeta, las biografías que de él circulan son escuetas, a pesar de ser considerado uno de los representantes más importantes del neoromanticismo. Eso sí, sus poemas sí circulan en todo tipo de textos, desde originales hasta piratas y suena en las cuerdas vocales de artistas consagrados y callejeros.

"Y quizás, en la sombra de mi esperanza ciega,
si al fin te encuentro un día, me sentiré cobarde,
al comprender, de pronto, que lo que nunca llega
nos entristece menos que lo que llega tarde".

Buesa fue un autor solitario, independiente, no formó parte de los círculos más reconocidos de los intelectuales escritores del siglo XX, no obstante, supo hacerse a sí mismo.

Su poesía incide sobre tres temas principales: amor, tiempo y muerte. A lo largo de su vida el poeta reflexionó sobre estos misterios que inspiraron su pluma.

"Y sentiré en el fondo de mis manos vacías,
más allá de la bruma de mis ojos huraños,
la ansiedad de las horas convirtiéndose en días
y el horror de los días convirtiéndose en años...".

Muy poco se conoce de su vida personal y hasta donde se sabe no protagonizó escándalos públicos, como muchos de sus contemporáneos. Tampoco sentó posición política, en especial sobre la Revolución que en sus años se instauró en Cuba. Según el texto de López, Buesa decidió mudarse de su país en cuanto se instaló Castro; lo hizo sin expresar apoyo ni repudio al Régimen. Aquel silencio, sin embargo, fue considerado para muchos de los revolucionarios como un rechazo tácito al gobierno castrista y desde ese momento las críticas hacia Buesa fueron mucho más descalificadoras.

Leer toda la obra de Buesa ha sido toda una experiencia para mí. Hasta hace un poco, leía este libro casi al azar, porque considero que leer poesía es mucho más complejo que una novela, por ejemplo, ya que exige otro tipo de concentración. Un buen día decidí leerlo de principio a fin y ahora concluyo julio con la alegría de haberlo logrado.

El hecho que un día se publique la poesía completa de un autor tiene pros y contras. La más importante bondad es que queda inmortalizada una obra que yacia mutilada por diferentes lugares, es un homenaje a su autor y una forma de heredarlo a nuevos lectores. El aspecto, si se quiere, negativo de reunir toda una obra en un solo lugar es que quedan en evidencia los errores, las muletillas o las obras menos brillantes del autor... Aún con ello, es también un hecho que una se topa con poemas perfectos, que eran totalmente desconocidos.

Agradezco a Buesa habernos dejado su obra y su resiliencia para seguir escribiendo a pesar de las críticas. Agradezco también que hoy existan poetas que pongan un momento sus propias obras de lado para recuperar las de sus antecesores, es el caso de Virgilio López Lemus quién se dio la colosal tarea de reunir toda una vida de escritos.

"Y aunque debo odiarte por la herida aquella, 
y porque me heriste que sé yo por qué... 
Te encontré tan bella, tan bella, tan bella 
que te perdoné…".

José Ángel Buesa nació el 2 de septiembre de 1910, en Cienfuegos, Cuba. Fue poeta, compositor, catedrático y radialista. Murió el 14 de agosto de 1982 en Santo Domingo.


"Ahora se van los trenes, pero ya no hago caso,
y abro un libro de versos o los escribo yo 
eso es todo en la vida: yo era un hombre de paso
y ahora soy el fantasma de un hombre que pasó". 


viernes, 26 de junio de 2020

Demian



Sinclair en un niño que crece en un hogar religioso en el que todo es limpio y se respira paz. Al otro mundo, al de afuera, lo llama "el mundo prohibido". Esta división de la realidad en "dos mundos" lo lleva a la angustia. Una tarde para impresionar a su grupo de amigos cuenta una historia fantástica de como robó unas manzanas. El grandulón del grupo, Franz Kromer, le pregunta si está diciendo la verdad y él asegura que sí, se lo vuelve a preguntar y él vuelve a decir que sí. Entonces lo insta a repetir: "Juro por Dios y por mí salvación eterna...". Sinclair sabía que era una historia falsa, pero no pudo no jurar sobre su veracidad por no caer en la humillación y con ese juramento su alma se desliza del mundo bueno en el que vivía al mundo ruin, es chantajeado y torturado psicológicamente por Kromer. Desde ese momento el niño experimenta un verdadero quiebre en su interior, su mundo se viene abajo e inicia la búsqueda de uno nuevo.

Esa es la historia que Hermann Hesse narra en su libro "Demian". El episodio con el que parte fue en realidad el que lo marcó de niño y lo llevó a diferentes crisis. Demian es un amigo al que él llega a amar y quien lo invita a interpretar todo lo conocido hasta entonces de una manera un tanto esotérica y diferente: uniendo lo profano con lo divino.

Demian es un texto muy oscuro. Se juegan en él temas como la espiritualidad, la religión y el sincretismo, y es posible que pueda herir la sensibilidad de algunos. Sin embargo, hay quienes aseguran que es también un texto psicológico, basado en el psicoanálisis. Hesse fue tratado J. B. Lang, el discípulo de  Carl Jung, quién podría ser el personaje Pistorius en la novela.

Esta obra como muchas más del autor es producto de una crisis mental profunda. Hesse fue tratado por episodios psiquiátricos desde sus 15 años y escribir fue su manera de canalizar sus angustias. No me queda claro el diagnóstico de Hesse, algunos aseguran que fue bipolar, otros depresivo, otros melancólico y otros se refieren a sus episodios como "Crisis psicológicas" y punto. Lo cierto es que el autor tenía un sufrimiento psíquico bastante evidente. 


Este sufrimiento constante y su eterna búsqueda fueron recogidos en esta novela que revela también la posible bisexualidad del autor, castigada en Alemania, en el periodo de las creaciones literarias de Hesse. Sin embargo, en esta obra, como en "El lobo estepario", también escrita por Hermann Hesse, hay fuertes elementos homoeróticos. 

En cuanto a sus subgéneros "Demian" está catalogada como novela filosófica y de desarrollo. Tiene 207 páginas y fue publicada por primera vez en 1919, bajo el seudónimo de Emil Sinclair, más tarde Hermann Hesse se animó a ponerle la firma. 

Personalmente me sentí un tanto identificada con la historia, especialmente al inicio. Crecí en un hogar como el de Hesse y los mundos también se me dividieron entre "el bueno" y "el malo" generando mucha angustia en mi corazón de niña. Lo que sucede después con la historia del autor ya no me identifica, es más me hizo mucho ruido porque parece la iniciación a una misteriosa secta. Sin embargo sí me llevó a pensar cuánto sufrimiento se podría ahorrar en el mundo si nada quedaría dividido, que el mundo en el que estamos sea el mundo en el que estamos y nada más, porque para eso hemos sido creados, o para eso evolucionamos dirían los materialistas, para vivir. Esto no quiere decir que yo uniría lo santo con lo oscuro para venerar, esa idea propuesta en el libro me parece deleznable.

Hermann Hesse fue uno de los autores más prolíficos de la historia. Su creación literaria abarca cuarenta números. En 1946 recibió el Premio Nobel de Literatura. Fue novelista, poeta, ensayista y pintor. Nació en Alemania el 2 de julio de 1877. Sin embargo, se nacionalizó como Suizo en su adultez. Murió en 1962, a los 85 años, de una hemorragia cerebral.




Claudia Campanini.

jueves, 11 de junio de 2020

La campana de cristal



"Quizá nunca sea feliz, pero esta noche estoy contenta".

Esa es una de las primeras frases que conocí de la prosa de Sylvia Plath y me pareció una frase triste, conmovedora y a la vez estoica. Ese fue el puente para conocer su obra, que es principalmente poética. Cuando supe que había escrito también una novela, fui por ella... Sinceramente no me imaginé tanta tragedia.

En 1963 Plath, que radicaba en el Reino Unido, vio finalmente su gran proyecto materializado: su novela "La campana de cristal". Sin embargo, la autora se suicidó un mes después de que su obra viera la luz.

Esa fue su única novela, Plath habría quemado la segunda poco antes de poner fin a su vida. "La campana de cristal" es una obra semi-autobiográfica de 383 páginas, publicada, en primera instancia, bajo el seudónimo "Victoria Lucas", a partir de 1967 se puso el nombre real de la autora. Esta novela plantea la depresión tal cual es: una pérdida total de interés.

Imagen Pinterest 

A lo largo de las páginas, la escritora relató el declive de su vida. Inicia con lo que parece una exitosa y prometedora vida académica y pasa por la asfixia de su depresión, la locura y su internación psiquiátrica. La autora creó a Esther Greenwood como el personaje que la representó, su álter ego.

A los 19 años, Esther gana un concurso literario cuyo premio es un mes en Nueva York, como practicante en una revista de moda, junto a otras chicas de su edad. La ciudad que nunca duerme parece devorarse a la joven. Cuando Esther vuelve a casa se entera que fue rechazada en un curso literario y sus planes se desmoronan, se enfrenta al ocio. Deja de dormir, asearse y escribir. Se le instala un pensamiento fijo: la muerte. No quiero decir, sin embargo, que esa negativa haya sido el detonante de su enfermedad. La angustia de Plath se hace evidente mucho antes. 

La forma en que la autora narró lo que es una depresión fue artística. No sé centró en los sentimientos, sino en las sensaciones y las reacciones. No es un texto que invite a la lástima, ni creo que ella lo escribió desde la conmiseración, parece más bien escrito desde una voluntad descriptiva del asunto. Plath narra también uno de sus intentos de suicidio, a pesar de que Esther, su protagonista, sobrevive; Plath no lo hizo y creo que ese es el final dramático no escrito de la novela.

Muchas conjeturas se armaron en torno a la depresión y al posterior suicidio de Plath. Desde la muerte de su padre, cuando era niña, hasta la infidelidad de su esposo, el también poeta Ted Hughes, y su relación tortuosa con él. Eventos que seguramente contribuyeron a su malestar, aunque el factor más importante es que Sylvia Plath sufría de trastorno afectivo bipolar, lo que la condujo a una vida con una depresión casi permanente y de la que quizá los tratamientos de hoy la habrían salvado.


Mientras "La campana de cristal" empezaba a venderse en las librerías británicas, Sylvia dejó a sus dos bebés, la mayor de tres y el menor de un año, durmiendo en sus cunas, cerró la cocina y se entregó a una nube de monóxido de carbono.
 
Su esposo se encargaría, más adelante, de las publicaciones póstumas de los textos de Plath. Entre estos, sus diarios y su poesía completa, que en 1981 recibió el Premio Pulitzer.

Los hijos de Plath cargaron la tragedia de una madre a la que no llegaron a recordar, pero cuya historia conocieron de memoria contada por los medios durante décadas. El 2009 su hijo menor Nicholas Hughes puso fin a su vida a los 49 años y Frieda, su hija mayor aún lucha contra episodios depresivos, según refieren algunos medios. 

Foto: El Mundo


Frieda es también poeta y escritora, aunque la estrella de su madre y el enigma en el que se convirtió pesaron mucho más que sus propios versos. La hija de Plath aseguró que detesta la idealización que los fanáticos han hecho de la muerte de su madre, "cuando no tiene nada de ideal". Y ciertamente, un suicidio no debe tener nada de romántico para quién ha sufrido  las consecuencias en primera persona.



Sylvia Plath nació en Boston, Estados Unidos, el 27 de octubre de 1932. Fue poeta, cuentista y novelista. Murió en Londres el 11 de febrero de 1963, cuando tenía 30 años. 




Claudia Campanini.






domingo, 24 de mayo de 2020

Los puentes de Madison County



Hace no mucho llegó a mis manos, como un regalo, el libro "I ponti di Madison County", así en italiano. Tenía muchas ganas de leer esta novela. No la conocía, tampoco a su autor, hasta que leí ciertas menciones de la obra en algunos textos de psicología, la historia servía como ejemplo de lo que es la melancolía en el amor. 

El libro durmió el sueño de los justos en mi estante, porque tenía cierto reparo en leer en una lengua que no es la mía. Ya tuve la experiencia con 'El lobo estepario', pero, para ser honesta, lo descargué también en español, por si las dudas, y en efecto alguna vez lo consulté. Al final hice frente a "I ponti di Madison County", y si bien leí mucho más lento que un libro en español, ¡lo logré! Pero bueno, quizá este sea un dato innecesario y para enmendar la falta, comentaré en este párrafo que el libro fue traducido en 40 lenguas, también está disponible es español, por supuesto; su idioma original es el inglés.

Estoy segura que mucha gente conoce la trama de 'Los puentes de Madison County', algunos habrán leído el libro y otros tantos habrán visto la película, protagonizada por Meryl Streep y Clint Eastwood. Para los que no, contaré un poco de la historia, sin afán de hacer 'spoiler'. 


El libro narra la historia de Francesca, una ama de casa italiana que migra a Estados Unidos, país natal de su esposo. Lleva una vida bastante rutinaria y por qué no, aburrida. Cuando su familia realiza un viaje a Illinois, y ella se queda sola en casa, conoce a Robert Kincaid, un fotógrafo que trabaja para el 'National Geographic', con quien vive cuatro días que le marcan la vida entera. 



Si alguien cuenta esta historia bajo el manto de la lógica: "Cuatro días de amor intenso y 25 años de duelo", es posible que parezca patética. Pero soy partidaria que la historia no importa tanto, como la manera en que te la cuentan y el autor del libro, Robert James Waller, la contó de una manera tan conmovedora que reactivó mi llorometro y se elevó hasta el nivel dos y casi tres. Sí, lloré... no inconsolablemente, pero lloré. 

El autor parte aclarando que la historia plasmada en las siguientes 174 páginas es real. Que fueron los hijos de Francesca los que le propusieron escribir la historia de su madre y que le entregaron tres diarios, una nota, tres cartas, algunas fotos y los recortes de algunos números de la revista... Unió todo ese material y dio vida a una de las novelas americanas más leidas: Los puentes de Madison County.



En esta obra Waller abunda en el detalle y creo que ese es su punto más fuerte. Si algún otro autor te diría "Bailaron en la cocina"; él casi casi te hará sentir que los estás viendo bailar, hablar y también haciendo el amor. En fin, tan bonita cuenta aquella historia, que es posible que te convenza que no es ilógica ni patológica; e incluso, los más moralistas podrían perdonarle la infidelidad a Francesca.

'Los puentes de Madison County' es un libro que me gustó mucho leer, aunque realmente me provocó un tanto de tristeza. Se lo recomiendo a quien peque de "La felicidad de sentirse triste".

Esta novela fue escrita en 1989 y publicada en 1992. Al momento vendió 50 millones de copias, según 'El País'. El autor cuenta en el mismo libro que el proceso de escritura partió con la llamada de los hijos de Francesca (la protagonista de la historia, luego de su muerte) al estudio de Waller, lo convencieron para encontrarse en un café y le entregaron los tesoros que su madre había guardado como testigos de su historia.

El éxito de la obra fue absoluto, tanto en las librerías, como en la pantalla grande. 

Mi evaluación personal: La historia se desarrolla en el momento más bonito del amor: el enamoramiento. Ese momento en el que el otro "no tiene defectos", y si los tiene se los perdonamos y no sólo... también los vemos como virtudes. Cortar en esta fase el amor es casi inhumano, porque toda la energía del amante está puesta en el objeto de su deseo y la pérdida es seguramente desoladora. Por eso hay tanto amor en la historia, porque no hubo tiempo para el desgaste, la convivencia... para desvelar el defecto del otro, aceptarse a pesar de ello y de ahí en adelante construir un amor propiamente dicho. Es una historia de 'amor' muy intensa, pero en mi opinión muy mediocre (como historia, no como escrito), y no digo por qué, para no contarlo todo. 

Su autor, Robert James Waller nació el 1 de agosto de 1939 en Iowa, Estados Unidos. Fue profesor, músico, fotógrafo y escritor. Escribió siete novelas, aunque 'Los puentes de Madison County' fue la más emblemática de su carrera.  Murió el 10 de marzo de 2017. 






Claudia Campanini. 

martes, 12 de mayo de 2020

El retrato de Dorian Gray



Se necesitaba tener mucho coraje para escribir una novela con contenido homoerótico, en 1890, cuando la homosexualidad no solo era considerada un pecado, sino también un delito. Oscar Wilde lo tuvo y creó su única novela: "El retrato de Dorian Gray", publicada primero en fragmentos y luego en libro.

Con esta novela Wilde daría señales sobre su orientación sexual castigada cinco años más tarde, con dos de reclusión, bajo la figura de "conducta indecente", en el Reino Unido de entonces. Fue señalado por el padre de su amante como homosexual, el autor lo llevó a la corte por difamación, sin embargo, el sentenciado fue Wilde. Este fallo fue prácticamente una condena a muerte porque mientras estaba preso contrajo meningitis, la causa de su deceso años después. 


Wilde tuvo una mente prodigiosa y su pensamiento quedó impreso en su obra. "El retrato de Dorian Gray" es una novela que invita a la lectura y es digna de relecturas. Abunda en frases que disparan a quemarropa, están perfectamente construidas y vale la pena conservarlas. Es un libro que confronta y a momentos perturba. 

Esta novela podría acomodarse dentro del subgénero de ficción, filosofía y psicología por los fuertes componentes de hedonismo (tendencia de la búsqueda del placer) o narcisismo, por ejemplo, pero en realidad está clasificada dentro del terror gótico, quizá por su contenido Faustiano (intercambio de favores con el mal).

En cuanto al argumento: Dorian Gray es un joven de una belleza particular que llega a desestabilizar emocionalmente al pintor Basil Hallward, sin embargo, no desalienta su talento. Con él como modelo el artista logra una de sus mejores obras: el retrato de Dorian Gray que se convertirá en el reflejo del alma del joven, misma que cambiará para siempre bajo la contundente y quizá siniestra influencia de Lord Henry. 


La novela le dio al autor un éxito rotundo, pero también le dio elementos a la corte para juzgarlo. Fragmentos de su obra fueron leídos en su juicio como prueba de su homosexualidad. Wilde refutó argumentando que no se puede juzgar a un autor por lo que escribe.

Wilde vivió para ver el éxito de su vida y de su obra. También vio la libertad luego de prisión, sin embargo, ya enfermo, y con la reputación dañada para siempre, Wilde murió en la pobreza, el anonimato, la soledad y el destierro.

Oscar Wilde nació el 16 de octubre de 1854 en Irlanda. Estuvo casado y tuvo dos hijos, pero su romance más intenso fue con Alfred Douglas. Wilde fue periodista, prolífico dramaturgo, cuentista y poeta. Murió a los 46 años en París.


Claudia Campanini. 

sábado, 2 de mayo de 2020

Paula


"Escucha, Paula, voy a contarte una historia, para que cuando despiertes no estés tan perdida", así empieza Isabel Allende una extensa carta dedicada a su hija mayor cuando, a los 27 años, se debatía entre la vida y la muerte. El resultado del texto se convirtió en su séptima novela.


A lo largo de las 366 páginas del libro, la autora detalla la dolorosa involución de su hija y su propio viacrucis por "el pasillo de los pasos perdidos" del hospital de Madrid, mientras aguardaba que su primogénita vuelva a la vida, y en una segunda parte, en su casa en Estados Unidos, donde solo un milagro habría servido. El proceso desde la negación, hasta la resignación puede apreciarse en la línea narrativa de la novela.


Allende nos brinda también una extensa autobiografía, desde su niñez, hasta ese momento (1992). Es una obra que lleva al lector por muchos estados de ánimo, que eran quizá los que su propia autora vivía en el momento de la creación del libro. Así, como uno puede encontrarse al borde del llanto en algunas páginas, se hallará sonriendo más adelante con las jocosas anécdotas de Allende.

Considero que "Paula" es una obra escrita con absoluta honestidad, porque en realidad Isabel esperaba que su hija pueda leerla y se mostraba ante ella tal cual es, o al menos tal como era en ese momento. Contiene humor porque según explica la autora quería que su hija reconstruya sus recuerdos y también se divierta un poco en el proceso: "La leerás algún día, estoy segura, y te burlarás de mí". escribía.


Con la misma transparencia Allende hace un meaculpa de los que considera sus errores como madre, la autora confiesa sus negligencias en la crianza de sus hijos, sus infidelidades y hasta un abandono al seno familiar.

La única observación importante que haría a la estructura de la novela es que inicia con Paula enferma y, en mi caso, me costó mucho imaginarmela como la persona llena de vida que Isabel refiere en sus recuerdos. Le pude dar un rostro y entidad a la joven solo cuando vi algunas fotos de ella... hasta entonces no dejaba de ser para mí la chica ángel.


Además de la autobiografía y de esta historia que conmueve, y seguro mucho más a padres o madres que perdieron a un hijo, la obra contiene también un importante aporte histórico sobre Chile del siglo pasado, la exuberante Venezuela de entonces, el Montevideo en oferta y los atardecederes de La Paz Bolivia, ciudad donde Isabel pasó algunos años de su niñez.

Creo que este es un libro vale la pena leer porque es un verdadero viaje por todas las emociones humanas. Isabel Allende es una de las pocas autoras, consideradas dentro de literatura universal que aún vive, aunque a decir de ella misma "le quedan ya muy pocos años de vida", se acerca a los ochenta (77 años), y qué mejor manera de conocerla que por lo que cuenta ella misma.



Claudia Campanini.


Cometas en el cielo

«Afganistán, un lugar. Un lugar en alguna parte del mundo. Algo terrible pasa ahí. Y pasa desde hace mucho tiempo, ¿no?».  IMAGEN: AMBER CLA...