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jueves, 11 de junio de 2020

La campana de cristal



"Quizá nunca sea feliz, pero esta noche estoy contenta".

Esa es una de las primeras frases que conocí de la prosa de Sylvia Plath y me pareció una frase triste, conmovedora y a la vez estoica. Ese fue el puente para conocer su obra, que es principalmente poética. Cuando supe que había escrito también una novela, fui por ella... Sinceramente no me imaginé tanta tragedia.

En 1963 Plath, que radicaba en el Reino Unido, vio finalmente su gran proyecto materializado: su novela "La campana de cristal". Sin embargo, la autora se suicidó un mes después de que su obra viera la luz.

Esa fue su única novela, Plath habría quemado la segunda poco antes de poner fin a su vida. "La campana de cristal" es una obra semi-autobiográfica de 383 páginas, publicada, en primera instancia, bajo el seudónimo "Victoria Lucas", a partir de 1967 se puso el nombre real de la autora. Esta novela plantea la depresión tal cual es: una pérdida total de interés.

Imagen Pinterest 

A lo largo de las páginas, la escritora relató el declive de su vida. Inicia con lo que parece una exitosa y prometedora vida académica y pasa por la asfixia de su depresión, la locura y su internación psiquiátrica. La autora creó a Esther Greenwood como el personaje que la representó, su álter ego.

A los 19 años, Esther gana un concurso literario cuyo premio es un mes en Nueva York, como practicante en una revista de moda, junto a otras chicas de su edad. La ciudad que nunca duerme parece devorarse a la joven. Cuando Esther vuelve a casa se entera que fue rechazada en un curso literario y sus planes se desmoronan, se enfrenta al ocio. Deja de dormir, asearse y escribir. Se le instala un pensamiento fijo: la muerte. No quiero decir, sin embargo, que esa negativa haya sido el detonante de su enfermedad. La angustia de Plath se hace evidente mucho antes. 

La forma en que la autora narró lo que es una depresión fue artística. No sé centró en los sentimientos, sino en las sensaciones y las reacciones. No es un texto que invite a la lástima, ni creo que ella lo escribió desde la conmiseración, parece más bien escrito desde una voluntad descriptiva del asunto. Plath narra también uno de sus intentos de suicidio, a pesar de que Esther, su protagonista, sobrevive; Plath no lo hizo y creo que ese es el final dramático no escrito de la novela.

Muchas conjeturas se armaron en torno a la depresión y al posterior suicidio de Plath. Desde la muerte de su padre, cuando era niña, hasta la infidelidad de su esposo, el también poeta Ted Hughes, y su relación tortuosa con él. Eventos que seguramente contribuyeron a su malestar, aunque el factor más importante es que Sylvia Plath sufría de trastorno afectivo bipolar, lo que la condujo a una vida con una depresión casi permanente y de la que quizá los tratamientos de hoy la habrían salvado.


Mientras "La campana de cristal" empezaba a venderse en las librerías británicas, Sylvia dejó a sus dos bebés, la mayor de tres y el menor de un año, durmiendo en sus cunas, cerró la cocina y se entregó a una nube de monóxido de carbono.
 
Su esposo se encargaría, más adelante, de las publicaciones póstumas de los textos de Plath. Entre estos, sus diarios y su poesía completa, que en 1981 recibió el Premio Pulitzer.

Los hijos de Plath cargaron la tragedia de una madre a la que no llegaron a recordar, pero cuya historia conocieron de memoria contada por los medios durante décadas. El 2009 su hijo menor Nicholas Hughes puso fin a su vida a los 49 años y Frieda, su hija mayor aún lucha contra episodios depresivos, según refieren algunos medios. 

Foto: El Mundo


Frieda es también poeta y escritora, aunque la estrella de su madre y el enigma en el que se convirtió pesaron mucho más que sus propios versos. La hija de Plath aseguró que detesta la idealización que los fanáticos han hecho de la muerte de su madre, "cuando no tiene nada de ideal". Y ciertamente, un suicidio no debe tener nada de romántico para quién ha sufrido  las consecuencias en primera persona.



Sylvia Plath nació en Boston, Estados Unidos, el 27 de octubre de 1932. Fue poeta, cuentista y novelista. Murió en Londres el 11 de febrero de 1963, cuando tenía 30 años. 




Claudia Campanini.






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