Dicen que la curiosidad mata y si no, habría que preguntarle al gato que ha gastado todas sus vidas en ello. Sin embargo, puede que la curiosidad también salve.
«Las mil y una noches» es un libro mágico. No podría describirlo de otra manera. Está lleno de fantasía: de genios, de hechizos, de palacios, de tesoros; de amores que enferman y de separaciones que matan. Entre toda la magia que encierra, está también su gran enigma, «Las mil y una noches» es un libro escrito, aproximadamente el año 850, bajo el manto del anonimato. Este es por lo tanto, un libro que pasó a la historia sin que hayamos conocido jamás a su autor, o a sus autores.
Se cree que fueron varios los cuentistas que elaboraron este título, que es una compilación de las leyendas que circulaban oralmente entre los ciudadanos que poblaban el Oriente Medio del siglo VII, porque sí, «Las mil y una noches» es una de las obras más importantes de la literatura árabe, convertida después en uno de los títulos fundamentales de la literatura universal. De aquella influencia vienen cuentos tan conocidos por nosotros como «Aladino y la lámpara maravillosa» o «Alí Babá y los cuarenta ladrones», añadidos al libro en el siglo XV.
El texto que está ambientado en India, Egipto, Bagdad y China entre otras regiones del Oriente, hizo su importante llegada a Europa el año 1704 con la primera traducción a iniciativa del arqueólogo francés Antoine Galland. De allí en adelante fueron varios los traductores de la obra en diferentes lenguas, que tomaron el original; y son por lo tanto muchas las versiones de ésta. Algunas tienen más de cuatro mil páginas, otras no pasan las quinientas. Esto obedece a que al trascurrir de los años se fueron incluyendo más cuentos a la historia para lograr mil y una noches de narraciones. El texto original que obtuvo Gallad tenía no más de 300 noches de relatos. De todas maneras, en español, la traducción más extensa de la obra la logró el escritor y periodista Vicente Blasco Ibañez y abarca 17 tomos.
Al leer este libro comprendí la importante inclinación que tiene el ser humano por conocer historias; historias ajenas. Si así no fuera no nos pasaríamos horas leyendo libros, viendo películas o enganchados a temporadas y temporadas de series, que dejan un tremendo vacío cuando terminan. Y fue esa inclinación por la historia, esa curiosidad por lo que sigue, la que fue capaz de salvar la vida de la narradora. Cada noche la joven Shahrasad salva su vida contándole una historia al rey que deja incompleta con la promesa de que la reanudará si a la noche siguiente aún vive: «Si la próxima noche aún sigo con vida, y su majestad el rey me lo permite, os contaré el resto de la historia que es mucho más sorprendente todavía», sugería la mujer a quien el rey terminaba perdonándole la vida para que termine el fantástico relato que había dejado inconcluso.
El papel de la mujer en la obra
Si bien hice hincapié en que el autor de la obra es desconocido, podría asegurar que su creador, o sus creadores, fueron hombres. El libro parte con un cuento acerca de la «perfidia de las mujeres», es precisamente por la infidelidad de ellas que Shahrasad está condenada a la muerte como todas las mujeres del reino del rey Shahrayar «Es sabido que la concupiscencia de las mujeres es mayor que de los hombres», sentencia uno de los personajes del libro; y con la muerte pagaban las mujeres esas infidelidades.
Sin embargo, y para mi sorpresa, me encontré con mujeres mucho más empoderadas en su sexualidad y deseos que las que la literatura retrata más adelante. Me viene a la mente, por ejemplo, el libro «Lo que el viento se llevó», una obra escrita el siglo pasado y en el que las mujeres tenían tal pudor y vergüenza de su naturaleza que los embarazos los trascurrían encerradas en sus casas y nadie se refería a sus estados. «En las mil y una noches» se reconoce a las mujeres como sujetos deseantes y deseados; el sexo no es un vil pecado ni el matrimonio la obligación de los que han fornicado, aunque el pecado mortal de las mujeres en este libro es, como lo he dicho, la infidelidad.
Géneros literarios
«Las mil y una noches» tiene como género predominante al cuento. Aunque también apela a la fábula, la poesía, el relato y la novela corta. Si tomamos en cuenta el año de su creación podríamos decir que a todas luces fue una obra maestra que ha traspasado los siglos.
«Las mil y una noches» es, posiblemente, el título más mencionado por otros autores en sus propias obras, lo menciona Kundera, Saramago, Allende, Cabral y Borges, entre otros, y es que este libro tiene, entre tanta magia, la más importante: despierta a lectores y abre el universo en la mente de los escritores. Quizá sea uno de los tantos genios que habita la obra el que se aloja definitivamente en los espíritus literarios.